Un año más, y ya van 37, la consultora JD Power publica su estudio de calidad inicial (IQS), en esta ocasión centrado en los coches que se venden en el mercado estadounidense. Un informe que se considera uno de los termómetros más fiables para conocer el estado general que presentan los vehículos recién llegados al mercado, ya que está basado en las respuestas de 93.380 conductores que han adquirido sus automóviles este mismo año, entre febrero y mayo, y recoge los problemas que han tenido en los primeros tres meses de uso.
Entre las conclusiones, los autores del informe destacan que los coches nuevos cada día acumulan más fallos. Así, este año la media de problemas por cada 100 vehículos (PP100) detectados se situó en 192, doce más que el año pasado y 30 más que en 2021.
Esta disminución de la calidad se atribuye a múltiples factores, entre ellos la mayor complejidad de los coches debido a la incorporación de nuevas tecnologías. “La industria del automóvil se enfrenta a una gran variedad de problemas en lo que se refiere a la calidad, un fenómeno que no se ha visto en los 37 años de historia del informe”, ha sentenciado Frank Hanley, responsable del estudio de JD Power.
3Los fallos más frecuentes
Entre los problemas más frecuentes detectados en el estudio destacan las quejas de los usuarios por fallos relacionados con las pantallas, infoentretenimiento y funciones del vehículo. Así, el 80% de los problemas los ocupan los fallos relacionados con la asistencia a la conducción, sobre todo en lo que se refiere a la advertencia de cambio de carril y el frenado de emergencia automático.
Otras de las quejas más recurrentes se concentra en el sistema operativo Android o en la carga de teléfonos inteligentes, sobre todo en lo relacionado con el funcionamiento de la plataforma inalámbrica y los usuarios se quejan de mala ubicación, sobrecalentamiento del teléfono y carga intermitente, en todo caso.
La adopción de tecnologías cada vez más modernas en la apertura de las puertas también es causa de quejas y siete de los 10 modelos más problemáticos en esta área son vehículos eléctricos de batería (BEV).
Por otro lado, los conductores se muestran cada vez más satisfechos con las aplicaciones para teléfonos inteligentes que incorporan los fabricantes. En concreto, los propietarios de coches eléctricos usan su aplicación al menos el 68% del tiempo, principalmente para monitorear el proceso de carga y ver la autonomía de su vehículo.