En verano, por efecto del sol, en el coche se pueden alcanzar temperaturas que llegan a superar los 60 grados, dependiendo de los materiales. No sólo se calienta el volante o la palanca de cambios, hay muchas partes del vehículo que también pueden verse afectadas por las altas temperaturas y que pueden interferir directamente sobre la seguridad.
Norauto, la cadena de mantenimiento integral del automóvil, enumera qué partes del coche son las que más sufren con el calor y cómo se pueden minimizar sus consecuencias.
2Baterías, frenos y elementos del interior especialmente
El calor afecta especialmente a la batería del coche, que es muy sensible a los cambios bruscos de temperatura, sobre todo cuando hace mucho calor. De hecho, estos grados de más hacen que el ácido del interior de la batería se seque con más facilidad y, si la batería está cerca del final de su vida útil, tiene muchas más posibilidades de estropearse.
El sistema de frenado funciona peor cuando hay mucho calor. Hay que evitar frenadas prolongadas para lograr que se refrigeren.
Se recomienda realizar una inspección visual de los manguitos de todo los circuitos que han de trasportar los líquidos, el calor puede acelerar su deterioro
La tapicería, dependiendo del material, puede verse dañado como, por ejemplo, el cuero.
También pueden verse afectados por el calor, los sistemas de información, entretenimiento y cuadros de instrumentos de la consola, con pérdida de luminosidad de pantalla o problemas electrónicos. El uso de parasoles no sólo evita que el conductor se queme, también protege el salpicadero y cuadros.