El balance de siniestralidad del mes de julio ha sido malo. Para qué negarlo. Teníamos ganas de irnos de vacaciones… y quizás la euforia a alguno le ha jugado una mala pasada. Los datos, peores que en 2019, han propiciado que desde la DGT hayan apuntado a un enemigo inesperado: el calor. En palabras del propio director de la DGT, Pere Navarro, esto ha sido así.
Desde la DGT se achaca este número al aumento del número de desplazamientos, también. No es ninguna novedad que tras dos años de restricciones esto se haya producido. Lo que sí podemos considerar como una novedad es que se cite al calor como excusa: «La ola de calor toca y afecta a la conducción», ha dicho Navarro. ¿Realmente su trascendencia puede haber sido tal?
3Consejos para un viaje seguro pese al calor
¿Consejo básico si el calor es un problema? Programa viajes para tratar de no conducir en las horas más calurosas. Esto es elemental y obvio. El mejor momento para viajar es a primera hora de la mañana… o sino a última de la tarde. Descansa bien antes de salir, duerme las horas necesarias, y trata de no ponerte en marcha nada más salir del trabajo porque la somnolencia está medida y, por ejemplo, si circulas a 90 km/h frenar un segundo más tarde supone alargar 28 metros la línea de detención.
Además, usa gafas de sol y vístete con ropa cómoda y holgada. Hidrátate frecuentemente durante el viaje y ve con un calzado cómodo que se ajuste al pie. No conduzcas nunca con chanclas por mucho calor que tengas. Tienes que mantener una temperatura, con el climatizador, entre 22 y 24 grados, pero sin dirigirlo directamente hacia el cuerpo. Lo mejor siempre es dirigir el aire hacia la parte superior del vehículo.
