Con temperaturas ambiente por encima de los 30 grados, la capacidad de refrigeración de los frenos de tu coche se reduce. Calor y frenos no suelen llevarse bien, de forma que no los dejes a la suerte y echales un vistazo antes de tus vacaciones.
Cuando estamos a pocos días de que se inicie una nueva oleada de viajes por las carreteras españolas debido las esperadas vacaciones veraniegas, vamos a echar un vistazo al equipo de frenada de tu vehículo. Y es que calor y frenos no suelen ser una combinación ganadora. Pero siempre ten en cuenta que este componente fundamental en tu coche debe ser comprobado a menudo. No sólo cuando le ‘echen un vistazo’ en la ITV o días antes de emprender tu viaje de vacaciones, sino de manera habitual.
Calor y frenos no suelen llevarse bien. En las épocas de mayor calor es cuando más solemos conducir y realizar viajes más largos. Estos viajes también es habitual hacerlos con el coche más cargado, de forma que este componente fundamental en tu coche soporta un sobreesfuerzo extra. Y por ello debes tener tus frenos siempre en perfecto orden de revista.
3Calor y frenos. No esperes a que lleguen temperaturas extremas
Para no llegar a tener problemas con el equipo de frenos de tu coche este verano, no esperes a que llegue el calor extremo
Préstale especial ateción y ¿cuándo debes revisar tus frenos? La respuesta a esta pregunta es sencilla: en cada revisión periódica del vehículo y siempre que se note cualquier anomalía.
Hay señales que indican que algo no funciona bien en los frenos de tu coche. Una de ellas tiene que ver con el ruido. Si escuchas un chirrido cada vez que frenas, lo normal es que las pastillas o los discos estén desgastados. Otra evidencia de que a los frenos les ha llegado su hora son las vibraciones al frenar. Esto último puede interferir en el comportamiento del coche, alterando el reparto de frenando y haciendo que el automóvil se desvíe al frenar con el volante recto.