En verano son las chanclas e incluso descalzo, y ahora de cara al invierno las botas de montaña y de seguridad. Este calzado o su ausencia, ha sido sometido a un estudio demográfico en cuanto a su uso, mientras o para conducir, por RACE, en el verano del año 2020.
Desgranamos en estas líneas su base y conclusiones, a fin de conocer los hábitos de conducir con referencia al calzado, la norma y los riesgos.
4Los zapatos de tacón… y taconea!!!
Las mujeres encuestadas admiten conducir, con zapatos de plataformas en muchas ocasiones o frecuentemente, el 13 % de ellas así lo manifiesta, mientras que con tacones altos son el 10 %.
En el computo global, el informe estadístico refleja que el 16 % han conducido mucho con botas de seguridad, un 6% con botas de montaña, un 3% conduce bastante con chanclas veraniegas y solo el 2 % lo hace descalzo.
La percepción que los conductores tienen respecto del riesgo que supone y el tipo de calzado que usan para conducir, queda reflejada de forma muy polarizada, es decir; una mayoría de conductores, el 63 % considera que hacerlo con tacones altos es muy peligroso, y un 60 % piensa igual sobre el hecho de no llevar calzado para esta tarea. Mientras que para el 58 %, las chanclas son una opción muy peligrosa, tan solo el 17% ve peligro en pilotar con botas de montaña. En unos baremos intermedios se hallan las botas de seguridad y los zapatos de plataformas, que reciben un índice de riesgo del 19 % y 45 % respectivamente.
