En un mundo cada vez más digitalizado y automatizado, la vigilancia urbana se ha convertido en una herramienta fundamental para garantizar el cumplimiento de normativas y restricciones. No nos gustan las multas… pero hay que reconocer que sin ese castigo cada cual haría lo que le viniera en gana y, para hacerlo más efectivo, las cámaras son nuestras aliadas.
En este contexto, las cámaras de vigilancia desempeñan un papel crucial, y su alcance va más allá de lo que podríamos imaginar. Un ejemplo sorprendente de esto es el uso de estas cámaras para supervisar el estado de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) de los automóviles que circulan por las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). En este artículo, exploraremos esta propuesta y sus implicaciones.
4Implicaciones y desafíos en el horizonte
La propuesta de AEMA-ITV no solo plantea preguntas sobre la vigilancia de la ITV, sino que también plantea desafíos técnicos y logísticos. Adaptar el sistema existente y calibrarlo para esta nueva función requeriría tiempo y recursos adicionales. Esto podría retrasar la entrada en vigor de las sanciones de las cámaras ya operativas en la M-30 y la almendra central, que no comenzarán a aplicar multas hasta enero de 2024. Se espera que la adaptación de estas cámaras para controlar la ITV también requiera un período de prueba e información pública.
En términos de sanciones, circular sin ITV o con una ITV caducada conlleva una multa de 200 euros, la misma cantidad que se aplica a los vehículos que acceden indebidamente a las ZBE. Circular con un resultado negativo en la ITV se sanciona con 500 euros. Ninguna de estas multas implica la pérdida de puntos en el permiso de conducir.