En el panorama dinámico de la movilidad en España, las etiquetas ambientales de la Dirección General de Tráfico (DGT) se han convertido en un salvoconducto esencial para millones de conductores.
Con las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) ganando terreno en las principales ciudades, el acceso a estas áreas está cada vez más restringido para vehículos con etiquetas B o sin distintivo ambiental. Y aunque estas zonas solo están en vigor en el 22% de las localidades obligadas, para 2025 más de 150 ciudades españolas deberán implementar esta medida.
Ante este horizonte, actualizar tu etiqueta a una ECO no solo es una mejora estratégica, sino también un respiro para tu bolsillo y el medio ambiente.
2Haz un cambio homologado
El proceso de transformación no es complicado ni excesivamente costoso. De media, el precio oscila entre 1.800 y 2.000 euros en talleres especializados. Este costo incluye la instalación de un depósito de gas, generalmente en el espacio destinado a la rueda de repuesto, y otros componentes como sensores de temperatura, un inyector de gas y un sistema de gestión electrónica que controla el funcionamiento del nuevo combustible. Si bien perderás la rueda de repuesto, un kit antipinchazos puede ser una solución eficiente para emergencias en carretera.
La instalación debe ser realizada por un taller autorizado, que utilizará kits homologados y adaptados al modelo de su vehículo. Es fundamental comparar precios y opciones antes de decidirte, ya que la competencia en este sector está en aumento y las tarifas pueden variar considerablemente. Una vez completada la conversión, el coche debe pasar por una inspección técnica en la ITV para homologar la instalación y certificar que cumple con los estándares de seguridad y emisiones.