Cuando cambiamos los neumáticos del coche por otras iguales, quedan claros los motivos. Se han deteriorado por el uso. Y no es que sea un capricho, es que es necesario, para la seguridad y mantener así, la garantía técnica ante la próxima inspección. Otra cosa distinta es que nos apetece cambiar la estetica del coche, o intentar alguna solución para ahorrar gastos, ya en sea en neumáticos o en consumos. Lo verdaderamente cierto es que cambiar el tamaño de las ruedas, comporta alteraciones en la funcionalidad del coche, y eso tiene ventajas e inconvenientes.
1Identificación del neumático
El fabricante de nuestro coche ha estudiado mucho. Ha sometido las características y productividades del coche, de manera tal, que ha dado con los neumáticos homologados óptimos para montar. Por eso es mas que recomendable conocer la ficha técnica del las ruedas, y sus equivalencias. Gracias a las especificaciones detalladas en la propia rueda, sabremos siempre que neumáticos nos aconseja el fabricante a la hora de cambiarlas, ya sea por unas mas caprichosas o por otras mas económicas. En el esquema siguiente puedes ver que te cuenta la rueda de tu coche:
- Fabricante del neumático (marca)
- Tipo de neumático y diseño de la banda de rodadura
- Ancho del neumático en milímetros (mm)
- Relación entre la altura y el ancho del neumático expresada en porcentaje
- Neumático con estructura radial
- Diámetro de la llanta expresado en pulgadas
- Código de carga
- Código de velocidad
- Neumáticos sin cámara (tubeless)
- Fecha de fabricación (XX = semana, X = año, < = década de los 90)
- Indicador de desgaste (1,6 mm)
- Indicador adicional para los neumáticos reforzados.
- Indicador de idoneidad en condiciones invernales para neumáticos de invierno y para todas las estaciones