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Si no te dejan cambiarte de carril solo te queda recurrir al método chino

Cambiar de carril puede parecer una maniobra sencilla para cualquier conductor experimentado, pero en algunos lugares del mundo se transforma en un verdadero arte lleno de peculiaridades locales. En China, donde el tráfico alcanza niveles que desafían la paciencia y la creatividad, se ha popularizado un método no oficial que ha captado la atención global por su singularidad. Si bien el carnet de conducir internacional permite manejar en casi cualquier país, adaptarse a las costumbres de cada lugar puede ser una tarea ardua y, en ocasiones, sorprendente.

En países como el Reino Unido, donde se conduce por la izquierda, o en Francia, donde las rotondas son verdaderos campos de batalla para los conductores novatos, las normas de tráfico presentan retos particulares. Sin embargo, el «método chino» para cambiar de carril lleva esta adaptación a otro nivel. La técnica consiste en abrir la puerta del coche hacia el carril al que se desea ingresar, obligando al vehículo que viene detrás a detenerse o disminuir la velocidad, creando así el espacio necesario para realizar la maniobra. Aunque para muchos esta práctica pueda parecer extrema o peligrosa, en China se ha convertido en una estrategia conocida y, según algunos, eficaz.

El método chino para cambiar de carril

El método chino para cambiar de carril

La intención detrás de este método es clara: comunicar al resto de los conductores que el cambio de carril es inminente y no negociable. Aunque acompañar la acción con el intermitente podría considerarse un gesto adicional, la apertura de la puerta parece ser suficiente para transmitir el mensaje de forma contundente. Sin embargo, lo que para unos es una solución pragmática, para otros representa un acto temerario que pone en riesgo la seguridad de todos los usuarios de la vía, especialmente motociclistas y ciclistas, quienes podrían sufrir graves consecuencias ante un movimiento tan inesperado.

En países como España, esta práctica sería considerada como conducción temeraria y estaría sujeta a sanciones severas. La Dirección General de Tráfico (DGT) recuerda que la correcta manera de cambiar de carril incluye verificar previamente en los retrovisores, señalizar con el intermitente y realizar la maniobra de forma suave y controlada. Ignorar estas reglas no solo puede conllevar una multa de hasta 200 euros, sino también causar accidentes que podrían haberse evitado siguiendo los procedimientos establecidos.

Conducir en un país extranjero y adaptarse es un desafío

Conducir en un país extranjero y adaptarse es un desafío

El «método chino» pone de manifiesto cómo las normas no escritas del tráfico varían de un país a otro, reflejando diferencias culturales y la adaptación a entornos específicos. Aunque pueda parecer ingenioso, su aplicación fuera de China podría generar caos y enfrentamientos. En lugares donde el respeto a las reglas de tráfico es clave para mantener el orden, estas técnicas informales no tendrían cabida.

Conducir en un país extranjero siempre supone un desafío, pero adaptarse a las reglas locales, tanto escritas como implícitas, es esencial para garantizar la seguridad y evitar sanciones. El curioso caso del «método chino» es un recordatorio de que, aunque las soluciones creativas puedan surgir en contextos específicos, no siempre son aplicables ni aconsejables en todos los escenarios. La prudencia y el cumplimiento de las normas siguen siendo los mejores aliados de cualquier conductor, sin importar el país en el que se encuentre.