El estado de California ha estado luchando contra las emisiones contaminantes de los vehículos durante los últimos 60 años. Y ahora entre esos vehículos se encuentran los camiones diésel, que quiere sacar de sus carreteras más pronto que tarde. Muestra de ello es que ya el pasado año, el estado de California decretó que todos los coches nuevos que se vendan allí a partir de 2035 no deberán emitir CO2 por su escape. Pero ahora ese círculo se estrecha contra los vehículos pesados.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, lo que conocemos como EPA, acaba de anunciar que otorgaba al estado de California de la autoridad necesaria para tomar medidas severas contra vehículos pesados alimentados por combustibles fósiles. Y como te podrás imaginar, en ese saco se encuentran todo tipo de camiones y de autobuses, que por norma general suelen utilizar un motor diésel.
El 60% de los camiones diésel desaparecerán de California en 2035
Y poco ha tardado California en sentenciar a los autobuses y camiones diésel, porque ha determinado que a mediados de la próxima década (2035) más de la mitad de todos los camiones de reparto, el 75% de los autobuses y el 40% de los camiones pesados que circulen por sus carreteras, deberán funcionar con la energía de sus baterías.
Hacer que todos estos vehículos funcionen con electricidad es un enorme problema. Conseguirlo con los turismos de aquí a 2035 no será nada sencillo, pero dar el salto a este nivel se va a convertir en una gran problemática que se debe resolver de inmediato.
El estado de California necesitaba esperar a la luz verde de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) antes de seguir adelante con la nueva legislación en la que pretenden eliminar de sus carreteras autobuses y camiones diésel. Si esta decisión es inquietante, más aún es saber que dicho fallo se hará extenso al resto de estados al otro lado del océano, de manera que serán muchos quienes puedan, o no, seguir los pasos de California en este aspecto.
No todos comparten el objetivo de California
Pero como suele ocurrir con este tipo de decisiones, no todo el mundo opina de la misma manera y aboga por la desaparición de los autobuses y camiones diésel. Entre ellos no solo se encuentran las empresas dedicadas al refinado de este combustible, quienes si que parecen estar preocupados por el colapso en la demanda. Y es que la Asociación de Fabricantes de Camiones y Motores, la cual representa a los fabricantes de camiones de Estados Unidos, reconoce el derecho de California a establecer sus medidas, pero también se muestra preocupado por el tiempo de espera que tienen clientes de camiones eléctricos, así como la escasez de puntos de carga.
Por si no fuera suficiente, también hay varios estados que han unido sus fuerzas para oponerse de forma legal a la capacidad que la Agencia de Protección Ambiental ha otorgado a California para establecer estándares de emisiones que van mucho más allá de los requisitos impuestos a nivel federal.