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lunes, 3 marzo 2025

Así se carga un coche eléctrico ‘a la desesperada’

La revolución de los coches eléctricos ha traído consigo una nueva serie de retos para los conductores. Aunque la promesa de una movilidad sostenible y libre de emisiones es atractiva, la realidad del día a día puede ser complicada, especialmente cuando se trata de cargar el vehículo.

No todo el mundo tiene acceso a una infraestructura de alimentación adecuada, lo que lleva a situaciones extremas y soluciones improvisadas que, en muchos casos, resultan peligrosas. En este artículo, exploramos algunas de las prácticas más arriesgadas que los conductores han adoptado ante la necesidad de mantener su coche en funcionamiento.

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El precio de la ilegalidad

Fuente propia

Más allá de los peligros evidentes que suponen, hay que recordar que estas prácticas son ilegales. En España, ocupar sin permiso la vía pública con un cable eléctrico puede sancionarse con multas, pues se considera ocupación indebida del espacio urbano. Si además un peatón sufre un accidente por ello, el responsable podría enfrentarse a demandas civiles e incluso penales.

Este tipo de carga casera también puede invalidar pólizas de seguros, tanto del propio vehículo como de la vivienda. En caso de incendio o accidente provocado por una instalación no autorizada, las aseguradoras pueden negarse a cubrir los daños, lo que podría dejar al propietario y responsable en una crítica situación financiera.