Las noticias sobre incendios de un coche eléctrico no son nuevas, pero la reciente explosión de un Mercedes-Benz EQA en una vivienda de Reino Unido ha vuelto a poner el foco en los riesgos asociados a estos vehículos. A pesar de que los vehículos eléctricos no se incendian con mayor frecuencia que los de combustión interna, el fuego que se produce en las baterías de iones de litio puede ser mucho más difícil de controlar. En este caso, el vehículo se encontraba cargando mientras la familia disfrutaba de un rato tranquilo viendo televisión, cuando, de repente, se escuchó una explosión que desató el caos.
Según relató Scott Bayliss, dueña de casa, a los medios locales, en un principio pensaron que se trataba de fuegos artificiales, pero pronto el sonido se intensificó a tal punto que se asemejó a una bomba explotando. “Había llamas por todas partes”, comentó, describiendo la rapidez con la que el fuego se propagó. La familia, aterrada, logró escapar de la vivienda mientras Scott intentaba, en vano, controlar las llamas con una manguera de agua. Los bomberos, al llegar al lugar, confirmaron que la causa probable de la explosión fue un sobrecalentamiento de la batería del coche, que no pudo enfriarse adecuadamente, desencadenando una reacción química exotérmica.
El motivo por el qué el incendio del Mercedes-Benz fue una gran dificultad para los bomberos
El incendio del Mercedes-Benz EQA es solo uno de los tantos incidentes que han generado preocupación en torno a la seguridad de las baterías de litio, que alimentan la mayoría de los vehículos eléctricos. Aunque estas baterías son más eficientes y limpias que los motores de combustión interna, su capacidad para generar incendios extremadamente violentos plantea desafíos únicos para los equipos de emergencia. A diferencia de los vehículos tradicionales, en los que el fuego se puede extinguir con agua, en un incendio de coche eléctrico, el agua no solo es ineficaz, sino que puede empeorar la situación. Si entra en contacto con la batería, puede provocar un cortocircuito y hacer que el fuego se reavive.
El problema de los incendios en coches eléctricos ha sido un tema recurrente en los últimos años, pero este incidente resalta la velocidad con la que los fuegos pueden expandirse. En este caso, las llamas envolvieron no solo al Mercedes-Benz EQA, sino también la parte delantera de la casa, lo que sin dudas subraya el riesgo de daños colaterales cuando un incendio de estas características ocurre cerca de un hogar. La familia Bayliss se vio obligada a evacuar rápidamente, y afortunadamente, no resultaron heridos, aunque la vivienda sufrió daños considerables.
Un llamado de atención importante para los vehículos eléctricos
Los vehículos eléctricos como el Mercedes-Benz EQA tienen una buena reputación en términos de seguridad, pero este tipo de incidentes pone en evidencia la necesidad urgente de mejorar las medidas de prevención y respuesta ante este tipo de accidentes. Los expertos en incendios de vehículos eléctricos subrayan que la única forma de mitigar estos riesgos es un enfoque más riguroso en las pruebas de seguridad de las baterías, junto con una mejor capacitación para los bomberos y otros servicios de emergencia.
La explosión del Mercedes-Benz EQA sirve de recordatorio de que, aunque los coches eléctricos ofrecen muchas ventajas, también requieren un manejo y una respuesta muy diferentes cuando se trata de emergencias. La industria del automóvil deberá seguir perfeccionando la tecnología de baterías y los sistemas de enfriamiento, para garantizar que estos vehículos sean tan seguros como prometen. En el futuro, los conductores deberán ser más conscientes de los riesgos y las precauciones a seguir cuando cargan sus vehículos eléctricos.