El carné de conducir superdeportivos ya es una realidad… en Australia o, mejor dicho: en una séptima parte de la superficie de Australia. Se trata en realidad de la medida más mediática de un paquete legislativo aprobado por el gobierno de Australia Meridional o South Australia, uno de los seis estados que componen el país oceánico.
El origen de estas medidas es el caso de Sophia Naismith, una adolescente de 15 años que, en 2019, murió atropellada por Alexander Campbell, el conductor de un Lamborghini Huracan que perdió el control de su vehículo, acabando con la vida de la joven que transitaba por la acera. Campbell se declaró culpable de conducción temeraria, fue condenado a una pena menor que acabó conmutándose por servicios a la comunidad, y nunca llegó a pisar la cárcel.
A raíz de este mediático caso, los legisladores de South Australia se pusieron manos a la obra, y ahora han aprobado una serie de medidas para tratar de que algo así no vuelva a ocurrir, entre las cuales se encuentra el carné de conducir superdeportivos.
Así es el carné de conducir superdeportivos
Según la nueva legislación, los conductores de “vehículos de ultra alta potencia (UHPV)” necesitarán un carné de conducir específico a partir del 1 de diciembre de 2024. Así, si la relación entre peso y potencia del vehículo es igual o superior a 276 kW por tonelada bruta (375 CV/t), su conductor necesitará este permiso de conducir especial. Este valor, por cierto, se aplica a cualquier vehículo cuya masa bruta sea inferior a 4,5 toneladas, independientemente de que se trate de un SUV, un deportivo, una berlina o incluso una embarcación.
Según el gobierno del mencionado estado australiano, la medida podría afectar a alrededor de 270 conductores, que cuentan ahora con algo más de un año para sacarse el nuevo carné o deshacerse de sus superdeportivos.
Para obtener esta nueva “licencia de clase U”, los interesados deberán aprobar un curso on-line que está actualmente desarrollándose y cuyo objetivo es garantizar que quienes se pongan al volante de los superdeportivos sean conscientes de los riesgos asociados con su conducción y el uso de “Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor”.
Además, para poder obtener el carné de conducir superdeportivos, el candidato ha de haber tenido el carné de conducir convencional durante al menos tres años, de forma similar a lo que ocurre aquí para conducir motocicletas de más de 0,2 kW/kg en España, si bien en Australia no se exigirá una prueba de aptitud práctica.
Otras medidas adicionales al carné de conducir superdeportivos
No habrá, decíamos, prueba práctica, pero sí una legislación más restrictiva en el uso del automóvil y mucho más severa con las sanciones en el caso de negligencia al volante. Así, entre las nuevas medidas adoptadas por el gobierno de Australia Meridional, tener un accidente con resultado de muerte o daños graves circulando con el “modo deportivo” del automóvil activado o con el control de tracción, el de estabilidad o el ABS desconectados supondrá un agravante.
Además, en caso de accidente, la nueva ley también plantea como agravante el hecho de conducir un vehículo sabiendo que tiene un defecto material que haya podido contribuir directamente a generar el accidente. Entendemos que llevar unos neumáticos con un dibujo por debajo del límite legal o con presiones excesivamente bajas podría ser un buen ejemplo de esta negligencia.
En cualquier caso, la norma afecta, por el momento, a un número muy reducido de automóviles. Por ejemplo, un BMW M3 CS tiene 299 CV/tonelada, un Audi RS6 Performance registra 291 CV/tonelada, e incluso un estratosférico Porsche Taycan Turbo S, con 761 CV, queda muy por debajo de los 375 CV por tonelada, con “solamente” 317 CV/t.
Así que, por el momento, la medida australiana es un aviso a navegantes de por dónde podrían soplar los vientos en otros países en los próximos tiempos, pero no parece que su modelo sea realmente válido para asegurar que quienes conducen vehículos de alta potencia estén adecuadamente cualificados para hacerlo.