Si estás pensando en sacarte el carnet de conducir, tal vez quieras reconsiderar donde hacerlo. Esta ciudad se ha convertido en una pesadilla para los aspirantes a conductores, no solo por el tráfico cotidiano, sino por los interminables retrasos para presentar el examen práctico. En un lugar donde las largas colas para un permiso de conducir han desbordado las expectativas, los futuros conductores pueden enfrentarse a esperas de hasta cuatro meses.
1El colapso de la DGT en Valencia
Valencia ha sido una de las ciudades más afectadas por los problemas de gestión en la Dirección General de Tráfico (DGT), especialmente en lo que respecta al número de examinadores disponibles. La situación, que se agrava desde hace años, ha dejado a más de 30,000 personas esperando para poder hacer el examen práctico. Lo que solía ser una espera razonable se ha convertido en una odisea de varios meses, dejando a los estudiantes frustrados y a las autoescuelas desbordadas por la falta de capacidad para atender a todos sus alumnos.
La raíz del problema es una escasez crítica de examinadores. Desde hace casi cuatro años, la DGT no ha emitido nuevos certificados para instructores de formación vial, lo que ha generado un déficit de profesionales disponibles para atender la creciente demanda. Además, los concursos para nuevas plazas no logran cubrir todas las vacantes, lo que ha exacerbado el problema. La Comunidad Valenciana, en particular, sufre un déficit de unos 900 profesores, según las estimaciones del sector.
El impacto de esta situación es devastador. Las autoescuelas calculan que, de continuar así, el retraso podría afectar a más de 300,000 aspirantes antes de fin de año. Además, la falta de profesores y la ineficiencia administrativa han creado un cuello de botella que, en ciudades como Valencia, parece no tener solución a corto plazo. Para agravar la situación, los alumnos no solo deben esperar meses, sino que también enfrentan el estrés de coordinar sus prácticas de manejo con la disponibilidad limitada de los instructores.
