La carrera ilegal es una actividad que pone en riesgo no solo la vida de quienes participan, sino también la de terceros. Un trágico ejemplo de ello ocurrió en Henderson, Kentucky, donde una mujer perdió la vida tras una carrera callejera entre un Dodge Challenger y un Ford Mustang. Lamentablemente, otra víctima de esta competencia que gana popularidad en Estados Unidos.
Según declaraciones del sargento Bill Russell al Courier&Press, Kelly Green, de 46 años, conducía un Challenger con un pasajero a su lado cuando se inició la carrera ilegal contra un Mustang. En un momento dado, el segundo coche se desvió hacia el carril del otro, provocando que Green girara bruscamente hacia el tráfico que venía en sentido contrario. El resultado fue un choque frontal contra un Chrysler Sebring.
¿Cuántas víctimas hubo por culpa de la carrera ilegal?
El Departamento de Policía de Henderson tuvo que rescatar a los ocupantes tanto del Dodge como del Chrysler. Un total de seis personas fueron trasladadas a hospitales, una de ellas al Hospital Evansville. Lamentablemente, la conductora del Challenger, Kelly Green, no pudo sobrevivir a sus heridas. La calle donde ocurrió el accidente, S. Green Street, es conocida por el exceso de velocidad. «No tenemos muchos accidentes allí, pero sí mucho exceso de velocidad», dijo el sargento Russell a 14 News.
Si bien el conductor del Ford Mustang no estuvo involucrado directamente en el choque frontal, sí regresó a la escena y dio una declaración sobre lo sucedido. Por el momento, no se ha informado si enfrenta cargos relacionados con el evento. Si se mostró muy compungido al saber que todo terminó con el fallecimiento de una mujer que nada tenía que ver en esta carrera ilegal.
Un ejemplo del peligro de ser parte de una carrera ilegal
Las imágenes de la escena muestran el Dodge Challenger completamente destrozado. Este accidente sirve como un recordatorio aleccionador de que las carreras ilegales no deben hacerse y solamente se tiene que competir en pistas habilitadas para tal fin. Incluso en estos lugares, los accidentes pueden ocurrir, pero las posibilidades de que una tragedia como esta tenga lugar son mucho menores.
Este estilo de competencias ponen en riesgo la vida de quienes participan, de los pasajeros y de las personas que se encuentran en las calles. Es fundamental respetar las normas de tránsito y evitar este tipo de comportamientos imprudentes que pueden tener consecuencias irreparables. Como lo que terminó sucediendo en Henderson, Kentucky, y que lamentó una vida menos.