Viajar por las carreteras españolas puede ser una experiencia reveladora, especialmente cuando se atraviesan fronteras autonómicas. En algunos casos, estas transiciones son tan evidentes que parecen sacadas de una película de terror. Un ejemplo perfecto de este fenómeno es la carretera que conecta Aragón y Navarra, donde el firme cambia drásticamente al pasar de un lado al otro. ¿Qué hay detrás de este contraste tan marcado? Aquí lo desentrañamos.
4Consecuencias de una mala gestión
El mal estado de una carretera no solo afecta a la comodidad de los conductores, sino que también tiene implicaciones más serias:
- Seguridad vial : La falta de líneas que delimitan los carriles, baches y otros defectos aumentan el riesgo de accidentes.
- Impacto económico : Carreteras en mal estado desincentivan el turismo y dificultan el transporte de mercancías, afectando a las economías locales.
- Desigualdad territorial : Estas situaciones refuerzan la percepción de abandono en regiones menos favorecidas, como es el caso de algunas zonas rurales de Aragón.