El Ministerio de Transportes ha tomado una decisión que será bienvenida por muchos conductores este verano: la eliminación del peaje en uno de los tramos de la autopista AP-7. Conocida como la Autopista del Mediterráneo, la AP-7 es una vía fundamental para las comunicaciones por carretera en España, conectando regiones clave a lo largo de sus 1.109 kilómetros. La decisión del Ministerio, sin embargo, ha generado opiniones encontradas. En este artículo, exploraremos los detalles de esta medida, las reacciones y las implicaciones para el futuro de las carreteras de peaje en España.
3La eliminación del peaje, mal recibida en Málaga
La noticia de suprimir el peaje en Alicante no ha sido bien recibida por todos. La Diputación de Málaga denuncia una clara discriminación en la gestión de los tramos de la AP-7. Con una distancia de 114 kilómetros y un costo de hasta 18,15 €, el tramo entre Málaga y Guadiaro sigue siendo de pago, lo que contrasta fuertemente con el tramo de Alicante, de 33 kilómetros y cuyo peaje oscilaba entre 1,4 € y 2,9 €.
La queja radica en que ambos tramos pertenecen a la misma carretera, y liberar solo uno crea un agravio comparativo. La Diputación de Málaga argumenta que su tramo de AP-7 también congestiona carreteras alternativas y pone en peligro a los conductores, por lo que debería recibir el mismo trato. Esta discriminación invita a reconsiderar las decisiones en materia de peajes para garantizar una distribución equitativa de beneficios y cargas entre todas las regiones.
