En España, existen rincones que desafían la imaginación y nos recuerdan el ingenio humano en la construcción de infraestructuras. Uno de estos sitios singulares se encuentra en Tenerife, donde el edificio rompe con lo convencional al tener en su tejado una carretera. Esta estructura única, con sus sesenta viviendas y un camino sobre ellas, parece una escena de ciencia ficción, pero representa una realidad de la ingeniería española de los años 60 y 70, cuyo objetivo era brindar acceso a una zona llamada Mesa del Mar sin sacrificar. el espacio para nuevas edificaciones.
1El mundo al revés
La construcción de Los Ficus se destaca no solo por su diseño innovador, sino por su papel de conectar áreas claves de la costa de Tenerife. Esta carretera, que desciende por la cubierta del edificio hasta una rotonda y se extiende hacia una playa pintoresca, fue una solución ambiciosa para la época y una obra maestra de la ingeniería civil. Se diseñó en un momento en que la expansión urbana y las limitaciones del terreno demandaban respuestas creativas, y en vez de demoler las viviendas o la montaña, se optó por un camino que aprovecharía el espacio aéreo y el alivio natural. Este enfoque transformó a Los Ficus en un símbolo de innovación.
Para los residentes de las plantas bajas, la carretera no causa molestias; Sin embargo, los habitantes de los pisos superiores experimentan tanto el ruido de los vehículos como leves vibraciones en sus viviendas. Los autobuses y camiones, debido a su peso y mayor ruido, fueron restringidos con el tiempo, y actualmente solo se permite el paso de un par de autobuses diarios. Aunque las opiniones están divididas, muchos ven esta carretera en el tejado como un elemento distintivo que añade carácter al edificio, y hasta lo convierte en una atracción de la zona, resucitando el interés en redes sociales y plataformas como Google Maps, donde curiosos pueden ver las vistas panorámicas de la costa que tienen los vecinos.