En el vasto y dinámico mundo del automovilismo, hay momentos que quedan grabados en la memoria colectiva, marcando hitos en la historia del transporte por carretera. Uno de estos momentos se remonta a una época en la que las carreteras españolas eran sinónimo de libertad, velocidad y aventura; un tiempo en el que las autopistas españolas rivalizaban e incluso superaban a las famosas Autobahn de Alemania en cuanto a la ausencia de límites de velocidad.
6La adaptación a los nuevos límites de velocidad en España
Estos nuevos límites de velocidad, inicialmente fijados en 130 km/h para automóviles y 100 km/h para camiones, representaron un ajuste importante para los conductores acostumbrados a la libertad de conducir a cualquier velocidad en las carreteras españolas. Aunque los límites se introdujeron como medida de emergencia en respuesta a la crisis del petróleo, pronto se convirtieron en una característica permanente del paisaje de conducción español.
La medida se mantuvo hasta 1981. En 1980, se anunció que los límites volverían a elevarse, pero en el transcurso de ese año se pasó del límite de 130 km/h a los 120 km/h, una modificación que ha perdurado hasta nuestros días.