En España, las carreteras secundarias representan una parte fundamental de la red viaria, pero también son escenario de una proporción significativa de accidentes de tráfico.
Un estudio reciente de la Fundación MAPFRE y la Asociación Española de la Carretera revela que estas vías requieren una inversión cercana a los 1.800 millones de euros para mejorar su seguridad y salvar hasta 300 vidas al año, así como prevenir un número considerable de heridos graves.
Este análisis detallado destaca la urgencia de abordar los desafíos de seguridad vial en las carreteras secundarias y propone medidas concretas para lograr el tan anhelado ‘Objetivo Cero’ de siniestralidad. Analizamos hoy, las conclusiones clave de este estudio y su impacto en la seguridad vial en España.
4Las actuaciones mas importantes según los expertos
Los expertos proponen una serie de medidas para reducir la siniestralidad en las carreteras secundarias, centrándose en los tipos de accidentes más frecuentes, como las salidas de vía, los choques frontales y los atropellos a peatones. Entre estas medidas se incluye la instalación de barreras de seguridad, guías sonoras longitudinales y pavimento antideslizante en curvas e intersecciones, así como una mejor iluminación en tramos cercanos a zonas urbanas para reducir los atropellos a peatones.
Además, se recomienda revisar los límites de velocidad en las vías más estrechas y mejorar el cumplimiento de los límites existentes, junto con iniciativas destinadas a proteger a los ciclistas, como una mejor señalización y la creación de rutas ciclistas seguras.
En resumen, el estudio destaca la necesidad de invertir en la seguridad de las carreteras secundarias para salvar vidas y reducir el número de heridos graves en accidentes de tráfico. Con medidas efectivas y un compromiso económico adecuado, España puede avanzar significativamente hacia el objetivo de eliminar por completo la siniestralidad vial en sus carreteras.