La implantación de peajes en las carreteras españolas a partir del año 24, figuraba como condición, para la liberación de fondos europeos, solicitados en el plan de reactivación económica y resiliencia del gobierno de Sanchez.
Definitivamente, esta medida se ha cambiado por otras alternativas y se ha conseguido con el gobierno aun en funciones, tras no haberse formado un ejecutivo nuevo que afronte la legislatura, por la polarización de la cámara de los diputados y la falta de acuerdos parlamentarios.
Sin embargo, los planes del gobierno de coalición, y que refieren a la forma en que se podría haber aplicado el nuevo impuesto a los usuarios y ciudadanos, ha salido a la luz.
1Sin peajes y sin trenes de cercanías
Las casualidades políticas tienen mas bien poca credibilidad. El debate electoral ha tenido en las carreteras, y lo peajes anunciados, el protagonismos suficiente, como para convertirse, no solo en arma arrojadiza, sino en punto principal de negociación entre Bruselas y el ejecutivo de Sanchez, en funciones.
Y el anuncio de la solicitud presentada por este ultimo, ante el parlamento y la comisión europea, para suspender la aplicación de peajes, así como la paralización del proceso, a cambio de incentivar la infraestructura ferroviaria y la ampliación de la movilidad eléctrica por tren y masiva, han llegado como llega al trigo, el agua de mayo.
Por lo que esta preocupación que tenían los propietarios de los vehículos se ha disipado, ya que de momento no se espera que el gobierno revoque esta decisión, al menos hasta alcanzar una investidura, muy revestida de fraude, en opinión de muchos.
