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Los carriles que debería añadir una carretera para evitar los atascos: estos expertos tienen la clave

Hay tramos de autovías y autopistas en los que sabes que siempre, da igual la hora o el momento del día, hay atascos. Igual que ocurre a la vuelta de un fin de semana, en operaciones salida o retorno y en accesos a grandes ciudades. Ahora bien, ¿cuál es la solución para reducir los atascos?

A priori, no parece tan mala idea ampliar las autovías con nuevos carriles, porque sería lógico pensar que si hay espacio para más vehículos, la vía se va a colapsar menos. Sin embargo, no es exactamente así y hay expertos que han desmontado la teoría.

Los expertos explican cómo influye la demanda inducida en los atascos

Atascos en la A-2
Fuente: SCT

La idea de ampliar las principales vías de una ciudad para reducir los atascos no es nueva ni mucho menos, y el economista Anthony Downs ya lo investigó en 1962 con la Ley de congestión de autopistas en horas pico. Estudió si añadir varios carriles sería una buena idea, y demostró que no por el principio de la demanda inducida.

Añadir varios carriles a una autovía únicamente proporciona una situación temporal. Sin embargo, también hará que más conductores se decidan a utilizar esas vías por la mejora y a la larga, volverá el colapso y los atascos. Y así, sucesivamente, con cualquier ampliación. Es lo que en economía se conoce como el fenómeno de la demanda inducida, incluso expertos en urbanismo llevan años estudiándolo.

Y no se queda solo en la teoría, sino que hay ejemplos prácticos que demuestran la realidad. Por ejemplo, ampliar la Interestatal 405 de Los Ángeles costó 1.600 millones de dólares hace unos años. La obra comenzó en 2018 y terminó en 2023, pero la realidad es que no ha mejorado el problema y hay zonas con más colapso que antes de la ampliación.

Y algo pareció pasó en Houston. Seguro que tienes en mente la imagen del laberinto que supone la autopista Katy Freeway, pero es que se llegó a ampliar a 26 carriles por los que pasan alrededor de 250.000 vehículos al día. Además, como podrás imaginar, pasarte una salida te puede costar muy caro. Sin embargo, esta expansión tan bestia no solucionó el problema del tráfico, sino que aumentó en todas las horas punta.

Así se explica este fenómeno

Autopista Katy Freeway
Fuente: Shutterstock

Ya lo han estudiado muchos economistas y teóricos a lo largo de los años: cuando algo es más accesible y ha mejorado, todos queremos utilizarlo. Por tanto, si añaden varios carriles a una autovía, todos sabremos que a partir de ahora la circulación será mucho más fluida y querremos circular por ella para evitar atascos. Y si todos lo hacemos, se colapsa incluso más que al principio y el problema no desaparece, sino que aumenta.

Puede ser una solución temporal, pero nunca como algo a largo plazo, porque muchos proyectos parecidos han demostrado que la congestión siempre vuelve.

Entonces… ¿Cuál es la solución?

Bicicletas
Fuente: Agencias

La única solución para evitar los atascos está en coger menos el coche. Parece lógico (y quizá poco factible en algunos casos), pero es la realidad. Hay ciudades que han hecho justo lo contrario: en lugar de añadir carriles a sus autovías y autopistas, han eliminado algunas de las principales vías de comunicación para crear mejores combinaciones de transporte público.

Por tanto, esto también crea un efecto llamada que hace que reduce la dependencia del coche y aumenta el uso del transporte público, porque será la vía más rápida para llegar al trabajo, a la universidad o hacer un viaje. Tan sencillo como utilizar el fenómeno de la demanda inducida del que hablan los economistas a la inversa y fomentar el uso del transporte público.