Después de un verano relativamente estable en las gasolineras, los precios de la gasolina y el diésel han empezado a dar señales de aumento. Durante las últimas semanas, los precios registraron tres caídas consecutivas, seguidas de dos alzas inesperadas que han roto la tendencia a la baja. En este contexto, llenar el tanque se ha vuelto nuevamente más costoso, ya que el litro de gasolina se ha elevado a 1,505 euros y el diésel a 1,392 euros, valores que marcan el nivel más alto de este mes.
Según informes recientes, este aumento podría continuar en las próximas semanas, lo que anticipa un incremento que afectará la economía de los consumidores y el gasto en transporte. Estos movimientos en el precio hacen eco de un contexto de incertidumbre y volatilidad en el mercado energético, donde factores externos, como la situación internacional y la demanda global, son determinantes.
4Proyecciones y tendencias en el precio de los carburantes
A pesar de la reciente subida de precios, los expertos apuntan que tanto el diésel como la gasolina se encuentran aún por debajo de los niveles alcanzados en 2022, año en el que el precio del litro de gasolina llegó a superar los 2 euros. Sin embargo, los pronósticos indican que, en ausencia de cambios significativos en el panorama internacional, el precio del combustible podría experimentar nuevos aumentos antes de que finalice el año.
Esta situación obliga a las autoridades y consumidores a estar en alerta. Algunos expertos sugieren que, si los conflictos y las tensiones en el suministro de petróleo persisten, podría verse un alza más pronunciada. Sin embargo, también advierten que el panorama puede variar según las políticas de estabilización energética que adopten los gobiernos y la capacidad de adaptación de las cadenas de suministro.