La artesanal compañía británica Caterham acaba de presentar sus nuevos Super Seven 600 y Super Seven 2000. Se trata de dos ediciones especiales que presentan un estilo y un acabado inspirado en los legendarios Seven que se hicieron populares en los orígienes de la compañía británica. Justo después de adquirir los derechos del mítico deportivo de Lotus allá por el año 1973. Y poco parece haber cambiado desde entonces.
Si echas cuentas a Caterham tan solo le queda un año para conmemorar su 50 aniversario. Y no descartes que en 2023 seamos testigos de la aparición de exclusivas ediciones especiales para celebrar dicha fecha. Pero para eso aún quedan varios meses.
Inspirados en los clásicos Caterham de los años ’70 y ’80
Para diferenciar a estos nuevos Super Seven la casa británica ha rescatado un emblema del diseño original del vehículo. Se trata de los pequeños guardabarros delanteros fijos que se hicieron populares en las décadas de 1970 y 1980. También reciben un tapón para el depósito de gasolina cromado, un volante Mota-Lita tapizado en cuero negro, un panel trasero vestido con moqueta, un tubo de escape pulido y unos pilotos traseros LED con un diseño inspirado en los de antaño. Y remata la jugada unas llantas de 14 pulgadas. Si bien el Super Seven 600 se decanta por unas llantas Juno, el Super Seven 2000 apuesta por las Classic.
Ambas ediciones especiales concebidas por Caterham están disponibles en diferentes colores de la actual gama. Sin embargo, estas también podrán elegirse en cuatro tonalidades de aire retro y nunca antes ofrecidas por la marca. Entre ellas están los colores Bourbon y Fawn, que son los que lucen estos primeros vehículos mostrados por la casa británica. Estos además se pueden combinar con detalles interiores de aire retro, entre los que aparecen alfombrillas, salpicadero, asientos de cuero y fuelles del cambio en tonalidades llamadas Deep Red, Burgundy y Biscuit Beige.
Con motores de origen Suzuki y Ford respectivamente
Aunque estéticamente estos Super Seven 600 y Super Seven 2000 parecen almas gemelas, lo cierto es que bajo la piel son muy diferentes. Y es que la versión de acceso esconde el motor de un kei car de Suzuki. Has leído bien, porque el Caterham Super Seven 600 esconde un corazón con 660 centímetros cúbicos, con tres cilindros y turbo que eroga 84 CV de potencia. No son muchos la verdad, pero suficientes para mover con gran soltura sus poco más de 700 kilos de peso. Muestra de ello es que pueden acelerar de 0 a 60 millas por hora en apenas 6,9 segundos. Además puede alcanzar las 105 millas por hora (170 km/h).
Por su parte los Caterham Super Seven 2000 reemplazan ese motor por un 2.0 Duratec de origen Ford. Con cuatro cilindros y atmosférico, este entrega 180 CV de potencia para rebajar el tiempo de la anterior aceleración hasta los 4,8 segundos. Estos también llegan a las 130 millas por hora (210 km/h). Ambos eso si, se acompañan de un cambio manual de cinco velocidades, mientras que el más potente luce un eje trasero de-Dion más avanzado que el eje rígido utilizado por la versión 600.
Caterham pide mínimo 29.990 libras por estos Super Seven
Por si no fuera suficiente, cualquiera de sus propietarios lo podrán equipar con un paquete de chasis deportivo opcional. Este suma una barra estabilizadora trasera, una suspensión ajustable y un equipo de frenos más potente. Y otra opción disponible es un chasis específico que permite ganar unos valiosos centímetros extra en un habitáculo muy comedido en tamaño.
La compañía británica ya admite pedidos de estos exclusivos Super Seven, los cuales parten en Reino Unido desde las 29.990 libras (34.335 euros) que cuestan los Caterham Super Seven 600. Quienes se decanten por la opción más potente deberán añadir 10.000 libras (11.450 euros) a esa tarifa.