Las distracciones al volante son el desencadenante de uno de cada tres accidentes mortales. Por eso, la Dirección General de Tráfico, DGT, puso en marcha hace unos días una campaña especial para vigilar este tipo de comportamientos y concienciar a los conductores sobre el riesgo que implican acciones como hablar por el móvil mientras se conduce, comer al volante o encender un cigarrillo, entre otras.
La campaña de la DGT se ha saldado con 364.165 vehículos controlados y 6.719 denuncias y con el uso del móvil al volante, una vez más, como la infracción más frecuente. En concreto, 3 de cada 10 conductores fueron sancionados por usar el teléfono conduciendo, lo que conlleva 200 euros de multa y la pérdida de seis puntos del carné. De las denuncias interpuestas por los agentes, 2.223 lo fueron por utilizar manualmente el móvil.
Pero no es la única distracción por la que se ha sancionado a miles de conductores a lo largo de estos días. Los vídeos grabados por las cámaras de los helicópteros de la DGT evidencian otros comportamientos al volante que también han sido objeto de multa.
3El grave peligro de las distracciones
Según las cifras de la Dirección General de Tráfico, DGT, solo el año pasado el 42% de los fallecidos en carretera murió por salirse de la vía como consecuencia de una distracción al volante. Y es que se calcula que este tipo de accidente se cobra la vida de más de 300 personas cada año. Las distracciones afectan a la conducción incrementando el número de errores e infracciones que los conductores cometen al volante al ralentizar las reacciones.
La distracción más habitual es el uso del móvil, ya sea para hacer o atender una llamada, para ver un whatsapp o para consultar los mapas. Y es que los expertos calculan que solo hacer una llamada mientras se conduce a una velocidad de 100 Km/h supone recorrer 140 metros antes de levantar la vista del teléfono y pisar el freno, logrando frenar completamente en unos 155 metros. La distancia total necesaria para frenar a esa velocidad sin ningún tipo de distracción es de unos 28 metros. Es decir, el coche habría recorrido sin control unos 120 metros, que es la longitud de un campo de fútbol.
Pero es más, solo atender una llamada relajada mientras se conduce disminuye la atención un 36%, porcentaje que sube al 40% cuando la conversación que se mantiene es estresante, y al 53%, cuando el conductor está ocupado leyendo y respondiendo mensajes de WhatsApp. Un experimento realizado en un simulador de conducción demostró que un conductor que utiliza el móvil al volante puede llegar a cometer hasta 45 infracciones en una hora, entre ellas, saltarse un semáforo.