En la mayoría de los países se permiten a los conductores dar el paso a otros vehículos en las esquinas e incluso a veces se alienta. Sin embargo, esto no es el caso en España. La DGT, el organismo estatal de regulación de tráfico, prohíbe el ceder el paso en todos los contextos, salvo en casos específicos que están autorizados por la ley. Esta norma está vigente desde generaciones y es una práctica común para los motoristas; sin embargo, a muchos les resulta ininteligible y provoca confusiones frecuentes, sobre todo al percatarse de que en caso de no respetarla la DGT les impedirá seguir circulando o incluso les motivará a pagar una multa.
Aquí, explicaremos en detalle las normas legales respecto al derecho de ceder el paso, sus posibles excepciones y las multas que se imponen por no cumplirlo. Según la ley española de tráfico, es ilegal ceder el paso, excepto en los casos específicos que se mencionan a continuación. La DGT es la encargada de fiscalizar estas normas y de imponer sanciones a los infractores. Esta norma se aplica a automóviles, motos, caminos y autobuses. Dado que es ilegal ceder el paso, los conductores deben respetar todas las señales de tráfico para no ser multados.
4DGT: Consejos para evitar multas por ceder el paso
En primer lugar, es importante recordar que es ilegal ceder el paso a otros vehículos, salvo en los casos específicos mencionados en este artículo. Por lo tanto, es aconsejable leer y comprender las regulaciones de tráfico antes de circular por la carretera. Además, con el fin de evitar multas y accidentes, los conductores deben ser respetuosos con el tráfico que los precede y seguir las normas vigentes.
Las señales e indicaciones de la autopista ayudarán al conductor en este aspecto, pero en caso de ambigüedad, se debe respetar siempre la dirección que lleven los vehículos que circulen delante de la nuestro. Además, se recomienda en todo momento no ceder el paso innecesariamente, ya que esto puede provocar la colisión de otros vehículos.
Finalmente, se recomienda prestar la mayor atención posible tanto al tráfico que nos circunda como a las señales e indicaciones que nos son propias, a fin de evitar tomar decisiones incorrectas que nos impidan seguir circulando. Esto es especialmente cierto para las intersecciones y esquinas enlazadas dentro de una ciudad, que nos pueden provocar grandes problemas en caso de cometer algún error.