Ojo, a lo que vas a leer en las próximas líneas… ponte en situación. Imagina disfrutar de un almuerzo tranquilo, sin ninguna bebida alcohólica, y terminar enfrentándote a un control de alcoholemia con un resultado positivo. ¿Tiene esto algún tipo de sentido? Sí, claro. Esto fue lo que le ocurrió a un trabajador en España tras comer carne cocinada con cerveza en su lugar de trabajo.
El incidente, que rápidamente se hizo viral, demuestra que incluso algo tan cotidiano como un guiso puede ponerte en una situación inesperada frente a la Guardia Civil. Aunque el conductor no había consumido alcohol, el test arrojó un resultado de 0,11 mg/l de alcohol en aire espirado, dejando al hombre completamente desconcertado.
2Una advertencia inesperada para los conductores
Este caso sirve como un recordatorio de que los conductores deben tener cuidado con lo que consumen, incluso si no beben alcohol. La normativa en España establece un límite de 0,25 mg/l en aire espirado para la mayoría de los conductores, y 0,15 mg/l para los noveles y profesionales.
Aunque un resultado de 0,11 mg/l no conlleva sanciones, queda claro que ciertas comidas podrían acercarte peligrosamente al límite permitido. Esto subraya la importancia de ser precavidos con alimentos que contengan ingredientes alcohólicos.