La movilidad eléctrica va a plantear nuevos retos que, además, pueden convertirse en oportunidades de negocio. Uno de los principales es, sin duda, el reciclaje y aprovechamiento de las baterías, con un doble objetivo: aprovechar la energía que aún conservan y reducir la huella de carbono a través del reciclaje. Cesvimap, el laboratorio de movilidad de Mapfre trabaja en buscar soluciones y alternativas para estos retos.
La empresa española participa en el programa Horizon Europe a través del proyecto ‘Batraw’, que cuenta con una financiación de 10 millones de euros y tiene como objetivo reciclar baterías recuperadas de vehículos eléctricos, que ya no se pueden usar de nuevo, y aprovechar sus materiales.
Así, se reduciría la huella de carbono asociada a la electromovilidad, gracias a la actuación sobre la fabricación de baterías. Otros 17 socios de siete países diferentes participan en este proyecto europeo.
Cesvimap ha desarrollado una tecnología propia
Cesvirecambios, el centro autorizado de tratamiento de vehículos fuera de uso, proveerá al grupo de trabajo de baterías procedentes de vehículos eléctricos dados de baja y con la tecnología que ha desarrollado para el desmontaje, reparación y sustitución de baterías.
Como especialista en vehículos electrificados, desarrollará métodos optimizados para el desmontaje de las baterías, aportando ideas para su diseño, reutilización y reciclado.
El proyecto ‘Batraw’, de cuatro años, está alineado con los objetivos de la propuesta de reglamento de la UE sobre baterías y residuos de baterías. Este reglamento, ahora en discusión, exigiría que todas las baterías comercializadas en el mercado europeo, incluidas las de vehículos eléctricos e híbridos, sean gestionadas de forma sostenible al final de su vida útil y servir como fuente de materias primas secundarias para sectores como el de la automoción y las energías renovables y tecnologías bajas en carbono.
Incluye dos pruebas piloto con baterías de vehículos eléctricos, aunque estas pueden extenderse, en función de los resultados, a otro tipo de baterías, incluidas las domésticas, para recuperar todos los metales y materiales que contienen (cobalto, níquel, manganeso, litio, grafito, aluminio y cobre).
La información clave que se puede obtendrá en este proyecto se pondrá a disposición de todas las partes interesadas a través de un pasaporte de batería digital, almacenado en el ‘blockchain’.
El pasado 1 de mayo comenzó la actividad de este proyecto cuya primera fase se va a centrar en el desarrollo de pautas de ecodiseño que favorezcan la reparación y desmontaje de baterías, así como buenas prácticas para la manipulación y transporte seguro de estos residuos.
Se creará una batería con materiales recuperados de otras
El proyecto también creará una batería prototipo a partir de las materias primas recuperadas y un pasaporte digital de batería para capturar y comunicar información clave a lo largo de su ciclo de vida incluido el abastecimiento, el procesamiento, la reutilización y el reciclado de componentes.
En la parte final de este proyecto en el que participa Cesvimap se va a analizar la viabilidad de un plan empresarial para la explotación en toda la UE de estos nuevos procesos de desmontaje y reciclado de baterías. También se elaborarán recomendaciones de políticas basadas en los resultados del proyecto para enriquecer los desarrollos regulatorios en curso.
Este proyecto, del que no se ha especificado desarrollo en el tiempo, cuenta con un presupuesto total de 13,2 millones de euros, 10,2 millones de euros financiados por la Comisión Europea en el programa marco Horizon Europe, el principal programa de financiación de la UE para la investigación y la innovación para 2021-2027.