Meterse en charcos nunca es bueno. Da igual en qué sentido de la palabra se use esa expresión sabia y certera… porque su sentido literal no puede ser más explícito. Los charcos son inofensivos si caminamos pero tienen su peligro mientras conducimos. De ahí que sea necesario saber lidiar con ellos si los encontramos en medio de la carretera.
Una vez acabado el buen tiempo, continuamos con la amenaza constante de que cualquier día de la semana acabe pasado por agua. Las previsiones de lluvia llenan las jornadas y hay que saber adaptarse para que este tipo de precipitaciones no sean un problema. Más bien, simplemente, una molestia. Ya sea cogiendo el paraguas antes de salir de casa como agudizando sentidos al volante, hay que saber actuar bien si llueve.
5Evita autobuses y vehículos voluminosos
Como hemos comentado previamente, lo mejor cuando nos encontramos con un charco de frente es frenar y entrar en él a velocidad muy reducida. Debes observar los vehículos que te preceden para ver cómo actúan ellos ante la acumulación de agua, porque eso te dará las claves para saber si puedes o no cruzarlos.
También es más que conveniente evitar autobuses y vehículos mucho más voluminosos. Estos pueden salpicar y mover la masa de agua a los lados de la vía. Procura ir por el centro de la calzada, donde el agua tiende a acumularse mucho menos.