El Chevrolet Corvette es uno de los deportivos americanos más icónicos de la historia. Sin embargo como suele ser bastante habitual con determinados vehículos, hay unidades de esta criatura mucho más especiales que el resto. Y este que ahora mismo tienes ante tus ojos es uno de ello, porque básicamente se trata de uno de los dos Chevrolet Corvette 427 ZL-1 que fueron fabricados allá por el año 1969.
Y por si no fuera poco, esta unidad es la única con carrocería descapotable. Lo que significa que su hermano gemelo apuesta por una carrocería de corte Stingray y será tan caro y especial como lo es este.
El paquete ZL-1 de este Chevrolet Corvette costaba el doble que el coche
El año 1969 fue verdaderamente especial para este mítico modelo de la firma de la pajarita. Por aquellos entonces en el deportivo Chevrolet Corvette se ofrecía una opción con el código PRO ZL-1. Dicho extra tenía un precio antaño de 4.718 dólares (4.440 euros al cambio), que era prácticamente el doble del precio que tenía una unidad a estrenar. Y dicho código hacía alusión a que su afortunado propietario podía disfrutar del motor que utilizaban los Chevrolet Corvette de la categoría Can Am. Aunque en una versión civilizada y homologada para la calle. Aquel bloque no era otro que un V8 de aluminio y con 427 pulgadas cúbicas, el equivalente a 7.997 centímetros cúbicos.
Semejante propulsor convertía al Chevrolet Corvette en uno de los deportivos más poderosos del momento, además de en uno de los Corvette más salvajes jamás creados. Y es que hace 53 años, este deportivo era capaz de proporcionar la friolera de 560 CV de potencia, que son 60 CV mas que los ofrecidos por el 6.2 V8 que utiliza el primer Corvette con motor central de la historia. Semejante poderío era enviado a las ruedas traseras por medio de un cambio automático con cuatro velocidades.
Otros componentes de este Chevrolet Corvette también se mejoraban
Sin embargo los Chevrolet Corvette ZL-1 eran mucho más que simples versiones vitaminadas. Y es que la compañía americana también revisaba elementos como los frenos o la suspensión, de la misma manera que eran eliminados algunos elementos de confort como eran la radio, el sistema de climatización, los elevalunas eléctricos, la dirección asistida…
Este ejemplar fue el único Chevrolet Corvette ZL-1 en ser vendido a un cliente privado. El afortunado John W. Maher disfrutó de esta máquina, que incluso llegó a exprimir en algunas competiciones por Estados Unidos. Lo tuvo en su poder hasta el año 2007, cuando fue vendido a un cliente que deicidio restaurarlo por completo para llevarlo al evento Quail, donde obtuvo el galardón Bloomington Gold. Si bien, uno de los detalles particulares de esta unidad es que no mantiene su corazón original, ya que Maher lo destrozó en una de sus salidas a pista el primer año en que lo tuvo en su poder.
Un Chevrolet Corvette que apunta a los tres millones
A día de hoy esconde otro motor ZL-1 totalmente original, fabricado en aluminio, correcto en todos los aspectos e instalado bajo garantía en 1969. A pesar de ese particular detalle, este Chevrolet Corvette ZL-1 se mantiene en estado original y será subastado por los especialistas de RM Sotheby’s, quienes aseguran que va a cambiar de manos por entre 2,6 y 3 millones de dólares (entre 2.445.000 y 2.820.000 euros). Y aunque pueda parecer una cifra desproporcionada, que lo es para la inmensa mayoría de los mortales, hay que tener en cuenta, además de su rareza, que es la única vez que este Chevrolet Corvette ZL-1 sale a subasta, sin olvidarnos de que es el primer ZL-1 que se ofrece en aproximadamente 30 años.