Dentro de los automatismos de todo conductor, el de cambiar de marchas es uno de los más comunes, pero también relevantes para la conducción, al contrario de lo que pueda parecer. Es tan automático ya para nosotros que no somos conscientes de lo que podemos ganar o perder con un mal cambio de marcha.
Acelerar demasiado cuando soltamos el pedal del embrague, cambiar sin pisar a fondo el pedal provocando que las marchas rasquen… Son fallos más que evidentes y todos sabemos que están mal. Los podemos sentir, escuchar, notar… pero al margen de todo lo perceptible, existen malas costumbres que son muy perjudiciales para la caja de cambios y el embrague y que a veces desarrollamos por pura ignorancia.
2Mejor no cambiar de marcha así: Dejar el pie sobre el pedal del embrague
Otra mala costumbre es la de que el pie izquierdo también «descanse»… y lo haga sobre el pedal del embrague en lugar del reposapié. Puede parecernos una tontería… ¿Qué mal podemos hacerle al embrague con esta práctica? Pues, aunque nos parezca que no estamos pisando el pedal, ni aplicando fuerza prácticamente, el pie tiene cierto peso y aumenta el desgaste del mecanismo de accionamiento del embrague, que puede acabar por romperse con el tiempo.