Dentro de los automatismos de todo conductor, el de cambiar de marchas es uno de los más comunes, pero también relevantes para la conducción, al contrario de lo que pueda parecer. Es tan automático ya para nosotros que no somos conscientes de lo que podemos ganar o perder con un mal cambio de marcha.
Acelerar demasiado cuando soltamos el pedal del embrague, cambiar sin pisar a fondo el pedal provocando que las marchas rasquen… Son fallos más que evidentes y todos sabemos que están mal. Los podemos sentir, escuchar, notar… pero al margen de todo lo perceptible, existen malas costumbres que son muy perjudiciales para la caja de cambios y el embrague y que a veces desarrollamos por pura ignorancia.
3Mejor no cambiar de marcha así: Cuidado con la marcha atrás
Con la marcha atrás hay que tener una sensibilidad especial porque depende de un piñón fijo y particular. Cometemos dos errores serios. El más grave es que hay que esperar a que el coche se detenga por completo para meter la marcha atrás y, de no ser así, la marcha rascará. Otras veces, el fallo está en no dar tiempo suficiente a que los piñones dejen de girar tras pisar el pedal del embrague.
Mentalízate de esto. Para meter la marcha atrás correctamente tienes que haber detenido previamente por completo el coche. A partir de aquí puedes pisar el pedal del embrague y esperar un par de segundos antes de intentar meter la marcha. De ese modo evitarás los rasconazos… que a veces nos duelen más a nosotros que al propio coche, incluso.