El último Citroën 2CV salía de la cadena de montaje de Mangualde, Portugal, el 27 de julio de 1990. Un evento que señaló el fin de la producción de un modelo de éxito de la marca. Un icono que se había presentado en el Salón de París de 1948, cuyo desarrollo se inició 10 años antes.
7Símbolo para diferentes generaciones
Un modelo tan icónico convertido inmediatamente en un best seller es un coche con un gran atractivo para el público. De este modo, después de la salida del último 2CV de la planta de Citroën en Mangualde (Portugal) el 27 de julio de 1990, el pequeño 2CV se convirtió en un vehículo de culto. Hoy, como ningún otro coche, es un símbolo de libertad, de anticonformismo y de aventura. Todavía en la actualidad, miles de apasionados lo coleccionan y han hecho de él un símbolo de su estilo de vida.