Cuando Citroën lanzó en 1996 la Berlingo, el mercado estaba saturado de furgonetas que derivaban directamente de un turismo al que se le había adosado una zona más o menos grande en la parte trasera para transportar mercancias. Una fórmula que la marca francesa ya había utilizado con el 2 CV (1951-1978), el Alcadine (1978-1987) derivado del Dyane 6 o la incombustible C-15 (1984-2005) que derivaba del Visa con bastante éxito. Sin embargo, los tiempos cambian y Citroën, que siempre ha estado a la vanguardia, dio una vuelta de tuerca a esta política de vehículos comerciales.
Removiendo los cimientos de una categoría
Lo cierto es que las cosas no le habían ido nada mal con la antigua concepción cuando apareció la primera Berlingo. Una Berlingo que lleva la denominación «made in Spain» desde el primer día ya que el grupo PSA apostó por las instalaciones que tiene en Vigo para su elaboración. En estas dos décadas de fabricación han salido 2.450.801 unidades de las líneas de montaje de la factoría, con un ratio de exportación superior al 90% en los últimos años.
Este éxito fue posible gracias a la revolucionaria idea de desarrollar un vehículo de corte comercial que, aunque se apoyaba en la base de un utilitario, tuviese un diseño exclusivo. Debía ser un vehículo diferente y, sobre todo, ofrecer una generosa gama de versiones que incluyeran las clásicas de carga pero también otras con un interior similar al de un turismo. Se trataba tanto de contentar al profesional que necesitaba un vehículo para el día a día como, sobre todo, satisfacer a aquellos que necesitaban un vehículo para el trabajo durante la semana que luego, en días de descanso, sirviese para salir con la familia.
12 años de éxito en su categoría
Así pues, los conductores de vehículos comerciales empezaron a ser considerados de otra forma al montar de serie elementos como el ABS -entonces no era obligatorio-, el aire acondicionado, los airbags y otros elementos ignorados en los vehículos comerciales hasta ese momento. Tal fue su éxito que, aparte de dar nombre genérico a este tipo de fuergonetas pequeñas, ha estado produciéndose de forma ininterrumpida durante dos décadas, siendo líder de su categoría durante 12 años (los últimos 10 de forma consecutiva).
Desde 1996 se han desarrollado dos generaciones. La primera aguantó 12 años con sus correspondientes actualizaciones y la actual, que tiene fecha de caducidad en 2018, año en el que empezará a montarse la tercera generación. Del total de unidades producidas durante estos 20 años, más de 1,6 millones corresponden a la primera generación. El resto son de su sucesora, el vehículo lanzado hace ocho años.
Serie especial conmemorativa
La marca ha aprovechado la celebración para lanzar la serie especial 20 Aniversario de la Berlingo. Es una variante más próxima a un todocamino que a un vehículo comercial ligero, ya que la suspensión ha sido elevada 7 mm en el eje delantero y 10 mm en el eje trasero, se le han colocado protecciones bajo el motor y la carrocería y lleva barras de techo. Se ofrece con motor gasolina de 110 caballos o diésel de 110 o 120 caballos. Este último con sistema Start&Stop y cambio manual de seis marchas. El precio de salida es de 16.500 euros, incluyendo descuento promocional Pive.
La dotación de serie incluye sensores de aparcamiento y cámara de visión trasera. En opción se puede pedir con freno de emergencia en ciudad, navegador con pantalla táctil y el llamado Modubox, una guantera en el techo que añade otros 60 litros para objetos o bultos que añadir al maletero tradicional, que tiene una capacidad de 678 litros.