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viernes, 29 noviembre 2024

Citroën C4 Cactus PureTech 82. Bienvenido a la aventura

La sesión de pruebas realizada en las instalaciones del INTA me ha dado la oportunidad de probar un coche de forma diferente, pudiendo exprimir al máximo las prestaciones del C4 Cactus Puretech 82 para hablar de ellas a los lectores.

Después de más de 40 años de experiencia entre coches, como mecánico electricista y probador, Citroën y Motor16 me han dado la oportunidad de probar un automóvil diferente, el Citroën C4 Cactus Puretech 82, haciéndolo además desde un punto de vista distinto al habitual para mí: el de un periodista del motor dispuesto a exprimir sus prestaciones al máximo para hablar de ellas a sus lectores. Si por estética, este automóvil llama a salir en busca de nuevas experiencias, la sesión de pruebas en las instalaciones del INTA estuvo llena de ellas, mostrando que nunca es tarde para aprender.

C4 Cactus abre una nueva etapa en Citroën

En cuatro décadas en el taller de la sucursal de Doctor Esquerdo, he tenido la oportunidad de conocer muy de cerca modelos míticos de la marca, como el DS «Tiburón», el 2 CV, el BX, el CX, el Xsara, el XM, etc. Citroën siempre ha buscado con sus coches ofrecer algo más, marcando la diferencia con tecnología y el diseño. Casi siempre, un Citroën es algo distinto. Esta característica está presente desde el primer vistazo  en el C4 Cactus, un modelo con el que, además, la firma francesa quiere abrir una nueva época en su historia. 

Los Airbump en los paragolpes y laterales son uno de los elementos que más sorprenden. Además de dar una personalidad única a este modelo, protegen la carrocería de pequeños golpes y rasponazos, lo que nos permite afrontar maniobras como las de estacionamiento con total tranquilidad.

Como el Citroën Méhari (1968-1987), sus líneas son aventureras. Su altura y su aspecto de todocamino invitan a viajar, a ir a algún lugar apartado. Las barras de techo, de serie en la unidad que hemos probado, permiten cargar sin problemas un par de bicicletas. Si a eso añadimos el maletero de 358 litros, hay espacio de sobra para meter mochilas, sacos de dormir, material de escalada, etc. 

Motor muy divertido

Al volante la sed de aventuras no se detiene. El motor de gasolina tricilíndrico, que desarrolla 82 CV de potencia, responde muy bien y es muy divertido sacarle todo el jugo. Si a veces parece que la respuesta se queda un poco corta, en ningún momento da la sensación de no dar abasto: superó con nota los retos a los que se le fue sometiendo.

Es cómodo incluso en trayectos largos. La suspensión es muy estable pero no es dura, por lo que las irregularidades del firme apenas se notan, y puede llevarnos a imaginar excursiones sin ponerse límite en los kilómetros. 

Al conducirlo la sensación dominante es la seguridad. El Citroën C4 Cactus es un vehículo muy fácil de llevar, que responde muy bien a las exigencias y se agarra muy bien en las curvas, aunque se nota algo de balanceo en la carrocería. Al enfrentarse a la prueba del eslalon, las sensaciones fueron inmejorables: parecía que el coche volaba sobre los obstáculos, como si estuviera suspendido de una grúa. Tanto el control de estabilidad ESP como los frenos ABS permiten un comportamiento excelente. En ningún momento se tiene la sensación de perder el control del coche. El test de frenada con el firme mojado se superó con buena nota.

Un interior muy cómodo

El interior no desmerece las sensaciones de comodidad y seguridad que se perciben al volante. El habitáculo se centra en lo esencial, tanto para el conductor como para los pasajeros delanteros y traseros. Los asientos son confortables, aunque algo blandos y el nivel de equipamiento permite un nivel de confort que no puede considerarse, en ningún momento, como espartano o básico. 

La pantalla táctil de 7″ da toda la información necesaria sobre el estado del vehículo, además de permitir manejar cómodamente elementos como el equipo de audio, el climatizador, el regulador-limitador de velocidad, el navegador GPS, las ayudas al estacionamiento. Da un aspecto muy moderno al Citroën C4 Cactus, además de eliminar muchos botoncitos que pueden llevar a confusión… en el peor momento. 

La habitabilidad es uno de los puntos fuertes de este modelo. Puede decirse que es más grande por dentro que por fuera. Innovaciones como el Airbag in Roof, que ha permitido desplazar el airbag del pasajero hacia el techo, han permitido liberar el salpicadero y la fila delantera, con lo que disponemos de una enorme guantera que se abre desde arriba y de un mayor espacio para las piernas.

En el debe se echa de menos el cuentarrevoluciones, aunque la expresividad del motor y la existencia de un indicador de cambio de marchas, que nos informa del mejor momento para subir o bajar de velocidad para optimizar el consumo, lo hacen casi innecesario. 

En conclusión, si Citroën buscaba expresar su nuevo posicionamiento con más confort, más diseño y más facilidad de uso con un precio contenido, con el C4 Cactus ha superado la prueba con sobresaliente. Ha logrado un vehículo con un aspecto único y un comportamiento excelente y seguro en cualquier circunstancia. Un coche que invita a salir a la aventura. Yo ya estoy esperando poder disfrutar de uno para unir mis dos aficiones favoritas: los coches y mis excursiones en paramotor.