La ciudad gallega de Poio, concretamente el pintoresco Combarro, ha ganado notoriedad en el ámbito tecnológico y automovilístico, pero no precisamente por su famosa fiesta del marisco o su belleza costera. Este rincón de la provincia de Pontevedra ha sido elegido por Tesla como uno de los escenarios para su tradicional anuncio navideño, en el que la marca estadounidense exhibe la capacidad de sus vehículos eléctricos para coordinar luces y puertas al ritmo de la música. Un peculiar evento que, lejos de pasar desapercibido, pone a Poio en el mapa internacional por un motivo muy distinto al que suelen asociar los turistas.
Desde hace tres años, Tesla presenta su «Light Show», una característica que fue introducida en las Navidades de 2021, y que este año ha vuelto a sorprender con una producción en la que participaron aproximadamente 2.000 propietarios de vehículos eléctricos de todo el mundo. La grabación de esta edición del anuncio incluyó localizaciones tan dispares como Estados Unidos, Canadá, Australia o México, pasando por países europeos como Suiza, Hungría y los Países Bajos. Sin embargo, fue en Poio donde se grabaron unos escasos segundos de este llamativo espectáculo de luces.
La contribución de Poio en el nuevo anuncio navideño de Tesla
La Praza da Chousa, en el corazón de Combarro, fue el lugar escogido por un grupo de propietarios de Tesla de la región para formar parte de esta grabación, una oportunidad que surgió gracias a una convocatoria lanzada por Tesla España Owners en su página web. La contribución gallega a este evento global fue breve pero significativa: tan solo unos cinco segundos de exposición en el minuto 3:18 a 3:23 del spot navideño, tiempo suficiente para que Poio se hiciera un hueco en los hogares de miles de personas alrededor del mundo.
El sistema detrás de este espectáculo es, como cabría esperar de Tesla, altamente tecnológico. Los vehículos Tesla cuentan con un sistema de luces que incluye no solo los faros y luces interiores, sino también los retrovisores, las ventanillas y, en el caso del Model X, las icónicas puertas en forma de «alas de gaviota». Todo ello se sincroniza al ritmo de la música, creando una coreografía única que se activa desde la pantalla táctil del vehículo mediante una aplicación descargable desde la web oficial de la marca. La música puede ser una de las composiciones predefinidas por la marca, o bien los usuarios pueden crear sus propios espectáculos con la herramienta xLights.
El objetivo de este spot: promover la tecnología e involucrarse con la promoción de la marca
El proceso para configurar el espectáculo es sorprendentemente sencillo, lo que ha permitido a los propietarios de los coches participar activamente en esta particular producción navideña. Con esta función, la marca no solo promueve la innovación tecnológica de sus vehículos, sino que también invita a sus usuarios a involucrarse de manera creativa en la promoción de la marca. En el caso de Combarro, la colaboración gallega se integró con varias composiciones navideñas, reflejando el espíritu festivo que caracteriza a este periodo del año.
Aunque el protagonismo de Poio en el anuncio navideño de Tesla es fugaz, su elección como parte de esta campaña demuestra el creciente interés por parte de la marca en conectar con diferentes comunidades a nivel global. A través de esta colaboración, la empresa de Elon Musk no solo da visibilidad a sus vehículos y su tecnología de vanguardia, sino que también pone en el centro de atención una pequeña localidad gallega, demostrando que, en un mundo interconectado, hasta los rincones más pequeños pueden brillar en el escenario global.