Mientras los semáforos, tal y como los conocemos, también parecen enfrentarse a una evolución fruto de los avance tecnológicos, en España tenemos el emblemático, pero dudoso orgullo, de poseer la segunda ciudad el mundo con mas señales luminosas para la regulación del tráfico, detrás de Nueva York.
Con mas de 150 años de historia, este artilugio, hoy indispensable para la regulación de la circulación de los usuarios por la vías publicas, bien sean motorizados, ciclistas o viandantes, es el responsable en numerosas ocasiones de retrasos, polémicas y entretenidas tertulias de barra, por su infinita presencia en nuestras vidas.
1Reseñas históricas del semáforo
En diciembre de 1868 se instaló en Londres el diseño de John Peake, que consistía en dos brazos verticales. Uno indicaba paso y el otro stop. Para la noche londinense se utilizaban lámparas de gas, donde se aplicaban luces rojas y verdes, según fuese la orden de turno. Como anécdota, la explosión accidental de uno de estos artefactos, hirió gravemente a un policía que se encargaba del funcionamiento.
Dos son los factores que influyeron en la fabricación e instalación de los semáforos, tal y como los conocemos actualmente, es decir eléctricos. Por un lado, el aumento de usuarios y tipos de vehículos y de otro las farolas que aprovechaban el tendido eléctrico, para la iluminación vial. Así, el primer semáforo eléctrico del mundo se instaló en Cleveland, Estados Unidos, en 1914. El primero de Europa se instaló en Berlín, Alemania, sólo 10 años después.