En los últimos años, los patinetes eléctricos se han convertido en una opción popular de movilidad urbana en muchas ciudades del mundo. Pero su rápido incremento también ha comportado una serie de desafíos y preocupaciones, especialmente en términos de seguridad y regulación. Toronto, la ciudad más grande de Canadá, ha decidido aplicar mano dura contra los patinetes eléctricos, especialmente aquellos que han sido modificados para superar los límites de velocidad: desde la prohibición total en 2021 hasta la imposición de multas extremadamente severas. Este artículo explora cómo y por qué esta ciudad ha llegado a imponer sanciones tan elevadas que, en algunos casos, podrían compararse con el costo de un coche nuevo.
2Un problema creciente en las calles
A pesar de la prohibición, la realidad es que el uso de patinetes eléctricos parece haber aumentado y son muchos los usuarios que desafían la normativa. En 2023, sin embargo, solo 89 personas fueron sancionadas por utilizar estos vehículos; una cifra sorprendentemente baja para una ciudad con casi tres millones de habitantes, lo que sugiere una falta de aplicación rigurosa de la ley por parte de la policía.
El problema se acentúa con la aparición de patinetes eléctricos trucados, capaces de superar con creces los límites de velocidad establecidos. En Canadá, la velocidad máxima permitida para estos vehículos es de 24 km/h. Pese a ello, muchos usuarios modifican sus patinetes para que puedan alcanzar velocidades mucho mayores, lo que genera un riesgo considerable tanto para conductores como para peatones.