En los últimos años, los patinetes eléctricos se han convertido en una opción popular de movilidad urbana en muchas ciudades del mundo. Pero su rápido incremento también ha comportado una serie de desafíos y preocupaciones, especialmente en términos de seguridad y regulación. Toronto, la ciudad más grande de Canadá, ha decidido aplicar mano dura contra los patinetes eléctricos, especialmente aquellos que han sido modificados para superar los límites de velocidad: desde la prohibición total en 2021 hasta la imposición de multas extremadamente severas. Este artículo explora cómo y por qué esta ciudad ha llegado a imponer sanciones tan elevadas que, en algunos casos, podrían compararse con el costo de un coche nuevo.
3Sanciones ejemplares para infractores
El caso más destacado de estas infracciones ocurrió recientemente: un hombre fue pillado en un vídeo viral de TikTok circulando con su patinete eléctrico a 50 km/h. El vídeo no solo atrajo la atención por las imágenes, sino también por la respuesta de la policía local, que detallaba las múltiples infracciones cometidas por el conductor.
El patinete, además de estar prohibido por la normativa municipal, había sido trucado para superar los 24 km/h, lo que lo convertía en una especie de motocicleta a ojos de la ley. Ello significa que debería tener matrícula, seguro y el conductor debería poseer una licencia específica; ninguna de las cuales cumplía. La consecuencia fue una sanción que osciló entre los 5.000 y los 25.000 dólares, una cifra que supera el precio de un coche nuevo como, por ejemplo, un Seat Ibiza.