Por si fueran pocos los mecanismos de recaudación de la DGT, se siguen implementando nuevos radares para cazar a los conductores imprudentes o despistados. En los últimos años esta evolución de la tecnología ha ido orientada a resguardar las Zonas de Bajas Emisiones, teniendo que instalar todo un entramado de cámaras y sensores para blindar estas áreas protegidas.
Por su puesto, también se ha perfeccionado la tecnología de los radares de velocidad para hacerlos cada vez más fiables y pequeños. Pero estas herramientas de captación no se han limitado solo a estos aspectos. Ahora hay otro tipo de contaminación que preocupa a las autoridades y se van a empezar a implementar radares para controlarlo. ¿De qué contaminación hablamos? Pues de la contaminación sonora que genera el tráfico rodado.
3¿Cuándo se pondrán en marcha?
Mientras dure la instalación de los radares habrá una fase de concienciación para mitigar los ruidos fuertes en la ciudad. Las primeras zonas escogidas para controlar su nivel de ruido serán Almirall Churruca, Joaquim Costa, Rogent, Osca, el Triangle Lúdic, la Rambla del Poblenou, Nou de la Rambla, la plaza Geroge Orwell, Allada Vermell, Enric Granados y otras del barrio de Gracia.
Como no es una medida implementada por la DGT a nivel nacional, para saber la cuantía de las multas por contaminación acústica habrá que acudir a las ordenanzas municipales de las ciudades que se decidan a instalar esta tecnología. En muchos sitios de España las multas por hacer demasiado ruido van desde los 90€ hasta los 600€. Incluso hay casos extremos de multas de hasta 3.000€. Habrá que esperar para ver si deciden emitir una multa estándar para los objetivos cazados por esta tecnología y qué baremos sonoros eligen.