El Parlamento Europeo y el Consejo han llegado a un acuerdo sobre la norma Euro 7, que fijará la reducción de emisiones generada por los coches y se aplicará a partir de 2027 para turismos y vehículos ligeros, dos años más tarde de lo que pretendía Bruselas.
Un acuerdo al que se llega después de meses de tensos debates y que, aunque todavía es provisional (necesita el visto formal del pleno del Parlamento Europeo y del Consejo de los 27) se ve ya como definitivo y se establecerá como norma en los próximos meses. La versión final es más ‘descafeinada’ de lo que se preveía, lo que da un balón de oxígeno a los fabricantes y al motor de combustión para lograr una transición más progresiva hacia el vehículo eléctrico.
La reforma se aplicará en los países miembros de la Unión Europea 30 meses después de su entrada en vigor en el caso de los coches y las furgonetas y 48 meses después de la entrada en vigor en el caso de autobuses, camiones y remolques; lo que en la práctica aplaza su aplicación hasta 2027 y 2029, respectivamente.
Además, los fabricantes más pequeños pueden aplazar el cumplimiento de los nuevos estándares hasta el 1 de julio de 2030 para automóviles y vehículos ligeros y hasta el 1 de julio de 2031 para autobuses y camiones.
3A favor y en contra de la Euro 7
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) acogió con satisfacción la nueva posición sobre la Euro 7 debido a que, según su directora general, Sigrid de Vries, «los negociadores interinstitucionales han optado principalmente por priorizar los desafíos orientados al futuro, como las emisiones de los frenos de los vehículos ligeros y los requisitos de las baterías de los vehículos eléctricos, afirmó Sigrid de Vries, directora general de ACEA ».
Según de Vries, los fabricantes de vehículos de la UE han hecho grandes esfuerzos para reducir las emisiones. «Entre la primera norma Euro y la primera versión de Euro 6, las emisiones se redujeron en más del 90%. Las mayores mejoras en la calidad del aire se lograrán mediante la sustitución de vehículos más antiguos en las carreteras de la UE y una rápida electrificación», añadió.
Sin embargo, para Lucien Mathieu, director de la división de automóviles de T&E, Transport & Environment, asociación que promueve un transporte más limpio en Europa, “el lobby automovilístico ha recuperado el control después de unos años en el desierto tras el Dieselgate. La norma Euro 7 acordada por los legisladores permitirá a las empresas automotrices lavar de verde vehículos que prácticamente no son más limpios. El Parlamento Europeo tiene una última oportunidad para decir no a esta descarada capitulación ante la industria automotriz”, explicó.