Aunque 2024 se acerque, ya en el año 2023 hemos sido testigos de un giro significativo en la manera en que abordamos la movilidad urbana en España. Esto se ha materializado con la llegada de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en las ciudades que superan los 50,000 habitantes, como lo establece rigurosamente la Ley 7/2021 del 20 de mayo, dedicada al cambio climático y la transición energética. Podrán gustar más o menos, pero lo que es cierto es que las ZBE ya son una realidad de nuestras vidas que han llegado para quedarse.
Estas zonas han sido implementadas con el objetivo de restringir la entrada de determinados vehículos, en un esfuerzo por reducir la contaminación y fomentar un transporte más sostenible. Sin embargo, lo que más despierta interés es el futuro de los vehículos que ostentan la etiqueta B en un horizonte que se vislumbra cercano. Todo va a cambiar… y lo va a hacer muy rápido, así que toma nota de lo que te contamos a lo largo de las próximas líneas.
4El impacto en la movilidad y la economía local
Otro aspecto importante a considerar es el impacto en la movilidad y la economía local. Las restricciones en las ZBE pueden influir significativamente en los patrones de movilidad de los ciudadanos y, en última instancia, en la calidad de vida. Por otro lado, estas medidas pueden afectar a los negocios locales que dependen de la circulación de vehículos y la afluencia de clientes en áreas restringidas.