La fama no solo se mide en aplausos, discos vendidos o premios ganados. Para figuras como Raphael, uno de los artistas más emblemáticos de España, su éxito ha estado acompañado de anécdotas sorprendentes que rozan lo cinematográfico. Entre ellas, destaca un regalo de dimensiones épicas: un coche tan grande que resultaba imposible maniobrarlo por las estrechas calles de Madrid.
5La conexión de Raphael con los coches
Raphael siempre ha sido un amante de los coches. Más allá de este Cadillac emblemático, el artista ha hablado en varias ocasiones sobre su aprecio por los automóviles como símbolos de libertad y movilidad. Aunque su experiencia con este gigantesco vehículo pudo no haber sido la más práctica, es innegable que el coche era un reflejo de su éxito y del lugar que ocupaba en la cultura popular.
Los coches siempre han sido un vehículo —literal y figurado— para que las estrellas muestren su estatus. Para Raphael, esta historia es solo un capítulo más en una vida llena de éxitos y momentos inolvidables.