La fama no solo se mide en aplausos, discos vendidos o premios ganados. Para figuras como Raphael, uno de los artistas más emblemáticos de España, su éxito ha estado acompañado de anécdotas sorprendentes que rozan lo cinematográfico. Entre ellas, destaca un regalo de dimensiones épicas: un coche tan grande que resultaba imposible maniobrarlo por las estrechas calles de Madrid.
6Un recuerdo que perdura
Hoy, el Cadillac Fleetwood que alguna vez perteneció a Raphael es más que un coche; es un recuerdo de una época dorada del espectáculo en España. Representa no solo el talento y carisma del cantante, sino también la fascinación que generaba en quienes querían obsequiarle algo tan icónico.
Aunque los tiempos han cambiado y los «haigas» son cosa del pasado, la historia del inmenso coche de Raphael sigue siendo una anécdota que fascina a quienes la escuchan. Un testimonio de cómo, a veces, el lujo y la extravagancia pueden superar incluso las necesidades prácticas.