El país líder en ventas de coches eléctricos en Europa, ha sorprendido al sector automovilístico al anunciar la suspensión inmediata de las ayudas a la compra de estos vehículos. Esta decisión, que responde a una sentencia del Tribunal Constitucional Federal y a unas negociaciones políticas, ha dejado en el aire el futuro de la movilidad eléctrica en el continente.
3Las consecuencias para el sector automovilístico y el medio ambiente
La suspensión de las ayudas al coche eléctrico en Alemania tendrá un impacto negativo en el sector automovilístico, tanto a nivel nacional como europeo. Por un lado, se espera una caída de la demanda de coches eléctricos, que podría afectar a la rentabilidad y la competitividad de los fabricantes, especialmente de los alemanes, que han apostado fuerte por la electrificación de sus gamas.
Por otro lado, se teme un retraso en el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones, que podrían conllevar sanciones por parte de la Unión Europea. Además, se pone en riesgo el desarrollo de la infraestructura de recarga, que es clave para facilitar la adopción de los coches eléctricos. Según la Asociación Alemana de la Industria del Automóvil (VDA), el país necesita al menos 1.000.000 de puntos de carga públicos para 2030, pero actualmente solo cuenta con unos 40.000.