Para muchos conductores el mantenimiento de un coche eléctrico es uno de los principales inconvenientes a la hora de decidirse por la compra de uno de estos modelos. Esto junto al elevado coste de adquisición y las deficiencias en infraestructuras para las recargas, conforman los argumentos de los principales detractores del coche eléctrico.
Y si bien la mecánica que ofrece este tipo de motorizaciones es distinta de la instalada en los tradicionales motores de combustión, lo cierto es que, lógicamente, requieren de un mantenimiento para facilitar la durabilidad del vehículo y rentabilizar la inversión al máximo.
6Uso correcto de la batería del coche eléctrico
Normalmente, los fabricantes garantizan un 80% de capacidad durante ocho años o 160.000 kilómetros, que es lo que suele durar la garantía en la mayoría de los modelos.
Así que, para alagar la vida útil de las baterías, conviene cuidar las recargas. ¿Cómo? En primer lugar, recurrir lo menos posible a las cargas rápidas, puesto que funcionan a una potencia mayor de lo normal y la dejan “frita”.
En segundo lugar, no conducir con el nivel de carga demasiado bajo ni demasiado alto, es decir, por debajo del 10-15% ni por encima del 90%. En cualquier caso, poco más se puede hacer con la batería, duda lo que dura.