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Si te gustan los coches a escala y radiocontrol, este es el paraíso

Para los amantes del modelismo, las maquetas y los coches a radiocontrol, hay un lugar en el mundo que puede considerarse un verdadero santuario: la Tamiya Factory en Tokio. Un influencer especializado en automovilismo y hobbies mecánicos ha compartido recientemente una visita exclusiva al interior de esta mítica fábrica japonesa, dejando boquiabiertos a sus seguidores con un recorrido lleno de historia, tecnología y pasión por el detalle.

En el corazón de la capital japonesa, Tamiya no solo fabrica productos, sino que cultiva un legado que ha cautivado a generaciones. Fundada en 1948, Tamiya comenzó produciendo maquetas educativas de madera. Hoy, más de siete décadas después, es sinónimo de excelencia en el mundo del modelismo. Su lema, «Primeros en calidad alrededor del mundo», no es una frase vacía.

Así es por dentro el paraíso de los coches a control

Desde el diseño hasta el embalaje final, cada paso de producción es meticuloso y realizado dentro de sus propias instalaciones. Esta dedicación total al detalle ha hecho que sus productos se consideren obras de arte en miniatura, al punto que muchos aficionados los describen como “piezas de museo”. Durante la visita guiada por el influencer, los espectadores pudieron ver cómo se diseñan y fabrican algunos de los modelos más icónicos de la marca, incluyendo coches a escala de rally, buggies, tanques y aviones.

Uno de los aspectos que más llamó la atención fue la precisión con la que se crean los moldes para cada pieza, utilizando tecnología de punta y técnicas artesanales. La mezcla entre tradición y modernidad es uno de los sellos distintivos del llamado «Estándar Tamiya», un concepto que se ha popularizado globalmente como símbolo de calidad y fiabilidad.

La sección preferida por los amantes de estos coches

La sección preferida por los amantes de estos coches
Fuente: Speedhunters.

Otro de los momentos más destacados del recorrido fue la sección dedicada a los coches radiocontrol, un segmento que ha crecido exponencialmente en los últimos años y que Tamiya domina con maestría. Desde modelos listos para competir hasta kits para ensamblar desde cero, cada vehículo refleja la obsesión por la perfección que caracteriza a la marca.

Para los visitantes, la Tamiya Factory no es solo una fábrica, sino una experiencia inmersiva. El museo anexo, la tienda oficial y las pistas de pruebas permiten a los aficionados no solo comprar productos, sino también probarlos, aprender sobre su historia y compartir la pasión con otros entusiastas. Es, sin lugar a dudas, un punto de peregrinación para quienes sienten fascinación por los motores… aunque sean en miniatura.