Las etiquetas medioambientales en los coches se han convertido en una herramienta clave en la lucha contra la contaminación en las ciudades españolas. Estas etiquetas, implementadas por la Dirección General de Tráfico (DGT), no solo sirven para identificar el nivel de emisiones de un vehículo, sino que también están siendo utilizadas como base para aplicar diversas restricciones de circulación en áreas urbanas, especialmente en las grandes urbes como Madrid y Barcelona.
Con todo esto en marcha, el paisaje urbano español se está transformando bajo la presión de medidas medioambientales cada vez más estrictas. Desde las etiquetas de emisiones de la DGT hasta las zonas de bajas emisiones (ZBE), las grandes ciudades como Barcelona y Madrid están liderando el camino hacia una movilidad más sostenible, aunque no sin controversias y desafíos.
2Los híbridos y eléctricos se libran de las medidas restrictivas
Por otro lado, Barcelona también ha adoptado medidas para limitar la circulación de vehículos altamente contaminantes durante ciertas horas del día laborable. Sin embargo, a pesar de la especulación, las ZBE aún no han prohibido la circulación de vehículos con etiqueta B de la DGT, aunque sí imponen restricciones significativas, como la obligación de estacionar en aparcamientos designados.
Es importante destacar que Madrid tiene restricciones adicionales en caso de episodios de alta contaminación, que pueden incluir la prohibición de circular para ciertos vehículos, a menos que sean híbridos o eléctricos. Este enfoque más amplio para abordar la contaminación del aire ahora parece estar extendiéndose a Cataluña.