Las etiquetas medioambientales en los coches se han convertido en una herramienta clave en la lucha contra la contaminación en las ciudades españolas. Estas etiquetas, implementadas por la Dirección General de Tráfico (DGT), no solo sirven para identificar el nivel de emisiones de un vehículo, sino que también están siendo utilizadas como base para aplicar diversas restricciones de circulación en áreas urbanas, especialmente en las grandes urbes como Madrid y Barcelona.
Con todo esto en marcha, el paisaje urbano español se está transformando bajo la presión de medidas medioambientales cada vez más estrictas. Desde las etiquetas de emisiones de la DGT hasta las zonas de bajas emisiones (ZBE), las grandes ciudades como Barcelona y Madrid están liderando el camino hacia una movilidad más sostenible, aunque no sin controversias y desafíos.
3El plan de calidad del aire en Cataluña
Cataluña se encuentra en las etapas finales de la elaboración de un plan integral de calidad del aire que afectará a todas las ZBE dentro de la comunidad autónoma. Este plan busca estandarizar las regulaciones en todas las ciudades con más de 20,000 habitantes, dividiendo las ciudades en dos categorías según su tamaño poblacional.
A partir de enero de 2026, las ciudades con más de 50,000 habitantes deberán prohibir la circulación de vehículos con etiqueta B durante los episodios de alta contaminación, con medidas aún más estrictas que entrarán en vigor a partir de 2028. Para las ciudades más pequeñas, las restricciones serán menos severas, pero seguirán un camino similar de implementación gradual.