De «El hombre que susurraba a los caballos» bien podríamos hacer una nueva versión: «Los caballos que susurraban al hombre». Y es que cada conductor conoce el ruido de su coche. Es como una especie de mensaje encriptado que todo conductor debe descifrar para entender lo que su vehículo necesita. Los más previsores saben detectar el más mínimo cambio para ponerse alerta y revisar qué puede significar.
Hay diferentes sonidos que puede hacer tu vehículo y que es importante que sepas traducir y no dejar pasar o será demasiado tarde y constarte mucho más. Escucha todo lo que te tenga que decir tu coche, tanto antes de arrancar, como durante la circulación. Cuando algo llame tu atención sonora, es muy probable que la mecánica esté quejándose de que algo no marcha bien, algo crucial, por ejemplo, si te vas de vacaciones.
4El pedal del freno habla
Si el freno suena… algo pasa. No deberías oír nada pero si notas una sensación de roce o crujir, las pastillas del freno no están en su mejor momento y el cambio será más que necesario. Con los años, los coches más nuevos han ido incorporando sensores con indicadores de aviso sobre gasto excesivo en el sistema de freno, por lo que este ruido nunca debería llegar a oírse.
Atención con el pedal de freno porque si además de oír ruido, notas que se va a fondo, la cosa ya no se va a tratar solo de una avería, sino de la necesidad urgente de cambiar esta zona. Se trata, a fin de cuentas, de un mantenimiento necesario que, según el número de kilómetros recorridos, todos los coches requieren antes o después.